La farmacología del cannabis varía según la dosis y su forma de administración, al ser fumada los cannabinoides entran a los pulmones y al torrente sanguíneo en cuestión de minutos, recorriendo todo el cuerpo, y el efecto de esta droga es evidente en tan solo unos segundos. Pero al cabo de una hora sus efectos descienden entre un 5-10%, la rapidez por cada inhalada y el volumen, son determinantes en la cantidad de cannabinoides en el cuerpo, la cual es mucho mayor a la cantidad absorbida en forma de pasteles o galletas que es alrededor del 25-30%, debido a que la marihuana al ser degrada por los ácidos gástricos tarda al rededor de una hora en llegar a la sangre, por ende los efectos pueden sentirse hasta el cabo de dos horas, pero los efectos pueden durar hasta 6 horas.
Una vez que son absorbidos los cannabinoides son almacenados en diferentes tejidos que dependen del flujo sanguíneo y en tejido graso, por ende su eliminación completa es hasta los 30 días después del consumo. Con el consumo habitual de marihuana las reservas de cannabinoides aumenta llegado al cerebro, comprometiendo las áreas límbicas, motoras, sensoriales y laminas de la neocorteza.
Los cannabinoides son degradados por el metabolismo, específicamente en el hígado por diversos tipo de proteínas (citocromo enzimático P450, a 11-hidroxi-Δ9-THC, alcohol deshidrogenasa). al final los dos tercios consumidos de cannabinoides son expulsados del cuerpo en forma de eses y el resto por la orina.
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